Promocionar tu libro en Twitter

Promocionar tu libro en Twitter

Bueno, llevo un par de meses con la promoción de “Una ilusión renovada” en Twitter, informándome, analizando, probando… Y he llegado a una serie de conclusiones que me apetece compartir con vosotros. Pero, antes de nada, tres aclaraciones:

  • Este no es mi primer libro, ni mi primera experiencia tratando de promocionar una novela en Twitter. “Una ilusión renovada” es mi tercera novela, y con las dos anteriores también aprendí algunas cosas, pero es cierto que esta es la primera vez que me lo he tomado en serio.
  • La experiencia que os voy a contar es una experiencia narrada desde el fracaso. Obviamente, eso condiciona mi análisis; por más que quiera ser objetivo, es inevitable que la experiencia personal afecte a mis conclusiones.
  • Por suerte o por desgracia, he tenido y tengo en mi día a día de la vida real interacción con muchos autores autopublicados, y mi visión de las dinámicas de Twitter puede estar sesgada por como funciona el mundo de los recitales, las presentaciones, los eventos literarios…

Bien, ahora que he dejado esto claro, comenzamos.

Las iniciativas literarias de Twitter son para escritores, no para lectores.

Este es el primer punto a tener en cuenta, y en mi opinión, el más importante. En Twitter hay muchísimos lectores que hablan sobre sus lecturas y buscan recomendaciones y nuevos libros, pero la inmensa mayoría de estos no participan, ni se acercan, a las iniciativas en donde participamos los escritores que intentamos darnos a conocer.

Las interacciones en los tuits en los que se habla de libros autopublicados, pertenecen a otros escritores autopublicados; los hilos de tuits de “autobombo” no tienen más interacción que la de escritores poniendo su libro en los comentarios, con el agravante de que ni los propios escritores miran los demás libros de los comentarios (podéis comprobar como estos hilos pueden tener, fácilmente, mil visualizaciones y 30 comentarios, por ejemplo, en su tuit principal… pero si miráis las visualizaciones de los comentarios, rara vez pasan de diez).

Las iniciativas son del tipo “habla de tu libro”, “recomiéndame tu libro”, “pon una frase de tu libro”… los lectores no participan de ello, están llenas, simplemente, de escritores autopublicados que ni siquiera leen lo que han puesto sus compañeros. Por supuesto, estoy generalizando, claro que habrá gente que los lea, pero los números están ahí.

Y la pregunta que deberíamos hacernos es:

¿Por qué los lectores no participan de nada de esto?

Pues como no solo soy escritor, sino también lector, y a menudo de autopublicados, os daré mi opinión.

Primero, porque los autopublicados somos pesadísimos. Como lector, hay autores autopublicados cuyas portadas me sé ya de memoria, sin haberlos leído nunca. No los silencio porque me sabe mal silenciar a gente, pero nunca leeré su libro. La mayoría de técnicas de Marketing que los “expertos” aconsejan son invasivas, o están mal utilizadas, pero os aseguro que no es recomendable poner el tuit de promoción de tu libro todos los putos días cuando todos los días te lee LA MISMA GENTE. Al menos, cambiad el tuit, por favor.

Y, en segundo lugar, la enorme cantidad de libros que se autopublican, que no deberían publicarse. Quien me conozca un poco, sabe que llevo casi diez años animando a todo el mundo a escribir, y a compartir lo que escribe; y que lo he hecho, además, de forma activa, dejándome en ello mi tiempo y mi dinero. Pero una cosa es escribir, otra es compartir, y otra muy distinta es publicar un libro. Cuando publicamos un libro, estamos convirtiendo nuestra historia en un producto, ya que estamos COBRANDO por ello (las plataformas de libros gratuitos no las incluyo en este “problema”), y no podemos ofrecerle al lector que paga por nuestro libro un producto descuidado y sin trabajar. Como lector, repito, no me extraña que la mayoría de los lectores no se interesen por lo que hacemos; yo mismo, si no estuviera en el mundillo, habría salido corriendo de cualquier cosa que oliera a “autopublicado” después de leer algunos títulos que han pasado por mis manos, con maquetaciones ridículas, tramas mal redactadas, y más erratas que páginas. No se trata de que el libro guste o no, eso ningún escritor lo puede controlar… se trata de respetar tu trabajo, y de respetar a los lectores.

Los “guetos” de escritores

Lo de “aquí nos apoyamos todos” es la cosa más ridícula, y el último problema de los que voy a destacar en este artículo – desahogo. Escritores, id a vuestros tuits, mirad las estadísticas, y decidme que cualquier cosa que hagáis no tiene más me gustas que clics en el enlace. Mentidme.

Este apartado me duele especialmente, porque lo he experimentado a menudo en el mundo real. Como participante y organizador de recitales y micrófonos abiertos, he visto en multitud de ocasiones como hay gente que quiere meter en cualquier programa a X persona, con la única motivación de que más tarde, esa persona, le lleve a él a otro sitio. Y así nos pinta… En Twitter ocurre lo mismo, y con eso llegamos, creo, a la raíz del problema: La inmensa mayoría de las interacciones, no son honestas. Muchísimos escritores apoyan (y aquí ya si que no me voy a incluir, en las otras puede, pero aquí no) a otros escritores con la esperanza y la intención de recibir el mismo trato. Sin conocer su trabajo, sin haber leído ni una sola línea de aquello que están promocionando, lo apoyan simplemente porque, a cambio, esperan un RT y un LIKE cuando hagan su puñetera promoción diaria. Y esto lo que hace es que TODAS las estadísticas de promociones estén infladas, llenas de gente que ni le preocupa, ni le gusta, ni tiene la menor idea de lo que se está promocionando… solo espera que, cuando le toque a él, también le apoyen.

PD: Este artículo está escrito, como he resaltado arriba, desde el fracaso. Por eso he resaltado lo malo y, tal vez, incluso, exagerado algunos puntos. Obviamente, en estos dos meses he dado también con personas honestas y con escritores que respetan lo que hacen ellos y lo que hacemos los demás. Pero hablando de generalidades, creo que no estoy muy equivocado en nada de lo que he expuesto arriba.

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«Un minuto es tiempo suficiente para crear vida, y para destruirla; tiempo suficiente para amar y para odiar; lo único que no cabe en un minuto, son los años perdidos»

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