Lore alternativo de Minecraft: ¿Quién es Notch?

El Lore de Minecraft nos proporciona muy pocos nombres propios, y uno de esos pocos nombres es el de Notch. La mayoría de los jugadores ya saben que Notch es el desarrollador principal del videojuego, pero el Lore se merece algo más que eso, por ello vamos a darle una identidad un poco más completa a Notch dentro del juego.

¿Qué sabemos sobre Notch?

Pues lo único que sabemos es que su nombre ha llegado hasta nuestros días gracias a las manzanas de Notch, un tipo de manzana encantada que ofrece grandes ventajas. También sabemos que, de las dimensiones conocidas, las manzanas solo existen en el Overworld, así que esto nos ayuda a situarlo. Además, ya tenemos una historia del Overworld en donde hemos hablado del auge y caída de la civilización de los aldeanos, por lo que no deberíamos tener demasiados problemas para darle un marco temporal… vamos a ello:

¿Quién fue Notch?

En la época de mayor esplendor de la civilización de los aldeanos, estos se dedicaron por completo a la investigación y la exploración, tanto del exterior como de su propia esencia, tratando de comprender el universo. Fueron muchos los científicos y pensadores que poblaron el Overworld en esos tiempos, pero de la mayoría de ellos solo nos han quedado unos cuantos libros sin firmar adornando las estanterías, y un montón de mecanismos de redstone cuyos inventores originales se diluyen en el tiempo.

Sin embargo, hubo uno de ellos que, empeñado en legar su nombre a la posteridad, le puso su propio nombre a su mayor creación, y escondió muchas de ellas por el mundo, con la esperanza de que en un futuro los pobladores del Overworld recordaran su nombre. Este es el caso de Notch, y sus preciadas manzanas.

Notch no era el mejor de los científicos, ni el más adelantado de los pensadores, pero sí era el más observador de todos ellos. Fue el primero en anticipar el colapso de su civilización, el primero en vislumbrar el caos que se acercaba cuando surgieron las primeras disputas entre quienes defendían el avance a cualquier precio, y quienes se oponían a ello. Y al ver la oscuridad que se cernía sobre su pueblo, decidió que podría salvar una parte de todo aquello… podría salvar su nombre, y ser recordado como el único de entre todos sus iguales. Y es que si Notch destacaba por algo, además de por su capacidad de observación, era por su enorme, inmenso, inabarcable… ego.

Buscó un elemento que pudiera replicar con facilidad, y puesto que vivía junto a un pequeño bosquecito, no tardó en darse cuenta de que lo más atractivo y numeroso que tenía a su alcance eran las manzanas. Además, la experimentación con metales estaba ya muy avanzada, y hacía tiempo que los aldeanos conocían las virtudes de transmitir a las manzanas las propiedades del oro. Lo primero que hizo fue fabricar varias manzanas doradas, usando para ello todas sus reservas de metales; cuando tuvo suficientes, comenzó a imbuirlas, una a una, con los distintos elementos a los que había dedicado las investigaciones de su vida, complementando y potenciando las propiedades de estas manzanas con aleaciones metálicas. Y cuando la guerra se convirtió en una realidad, cogió un yunque, marcó las manzanas con su propio nombre, y se lanzó al mundo para ocultar su creación en minas y recovecos, con la esperanza de que en un futuro, los supervivientes, las encontraran y pudieran recordar su nombre.

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«Un minuto es tiempo suficiente para crear vida, y para destruirla; tiempo suficiente para amar y para odiar; lo único que no cabe en un minuto, son los años perdidos»

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