Nº7
Hay mañanas ligeras llenas de olvido,
en donde el sol te sonríe
como el dibujo, inocente, de un niño.
Los pies apenas pesan,
el cuello no aprieta, los labios no callan,
y avanzar, parece posible.
No lo hagas… desagradecido,
no te atrevas a vender la mañana
por otro de esos versos tristes.