Reseña de la película "El Menú".

Reseña: El Menú

Como ya sabéis, no acostumbro a reseñar todo lo que veo; me limito a traer al blog aquellos productos de los que esperaba mucho, o que me han sorprendido por algún motivo (bueno o malo). Con El Menú tengo sensaciones encontradas… la película me ha tenido hora y media sin mirar al móvil, así que objetivo cumplido, me ha divertido y eso no puedo negarlo; ahora bien, es una película que no volveré a ver. A partir de aquí, para poder explicar bien todo esto, habrá spoilers, así que si solo quieres saber si merece la pena verla, diría que sí, pero no estoy convencido del todo.

Opinión

A estas alturas, ya se me hace imposible saber si se trata de prisas, falta de tiempo, acomodamiento, incapacidad, premeditación… pero la lista de productos que responden a lo que aquí llamamos el “efecto perdidos” continúa avanzando imparable. Una idea original, una propuesta muy cuidada y muy bien planteada, todo eso lo encontraréis en “El Menú”, pero nada más. Bueno, sí, trampas narrativas, incoherencia y efectismo; vamos, el pack completo del “efecto perdidos”. Lo único bueno de ser tan imbécil como yo, es que aún espero que quien escribe una historia se esfuerce por rematarla bien, y por eso me paso hora y media ante la pantalla completamente intrigado, pensando: “¿Cómo van a resolver todo esto?” para luego descubrir que no lo han resuelto, y ya. Por eso dije arriba que disfruté, pero no volvería a verla, y es que sabiendo que no hay resolución y que todo es un juego de luces, sería incapaz de volver a disfrutarla. Vamos con la trama:

Un montón de ricachones van a vivir una experiencia gastronómica única, en un restaurante de lujo situado en una isla cuyo único propósito es albergar el restaurante y sus necesidades. Todo muy único, menos los comensales, que son una serie de arquetipos de gente de éxito, pero tampoco importa, porque ellos solo están ahí para la parte de la moralina, los relevantes son la chica que no es rica, y que ha llegado allí contratada como pareja por uno de los comensales, y el chef. En un principio se podría decir que el resto de cocineros también son importantes, pero en verdad no, son solo “Oompa loompas”. Y hay un tercer personaje rescatable, que es el acompañante de la chica, pero esto no es por el personaje, sino por la actuación; el personaje podría haber sido completamente ridículo, pero el actor lo salva.

Una vez sentados todos a la mesa, empieza una sucesión de platos, cada uno de ellos anunciado con un rótulo de “Clase uno, clase dos…” para que te quede muy claro que los comensales (y el espectador) están recibiendo una lección, porque la película va de eso, de dar lecciones… desgraciadamente, explican tanto durante la película que están dando lecciones, que se olvidan de explicar detallitos de la trama, como la disposición a un suicidio colectivo de los cocineros, o los infinitos recursos de este misterioso chef. Porque esa es la peor de todas, para dar estas lecciones, el chef tiene acceso a la vida privada, las cuentas en paraísos fiscales, los recuerdos… de todos sus comensales, incluso llega a secuestrar a un conocido multimillonario para asesinarlo ante sus ojos; pero todo esto sucede porque sí, y es ahí donde hablo de trampas y efectismo, Como no van a explicar nada, pueden hacer lo que les de la gana, y eso no vale; al menos, a mí, no me vale.

De truco en truco vamos llegando al final, traicionando vilmente por el camino al acompañante de la chica, al que le cuelan dos de las trampas efectistas más duras de la película, y todo se resuelve como debe ser: la chica se salva, los ricos mueren, el chef cumple su objetivo y da una última lección con una hamburguesa, porque la del final estaba anticipada. Y en una escena efectista más, no dudan en traicionar también el propósito aleccionador de la película, y los ricos que van a morir aparecen agradecidos con el chef, como dando a entender que ese tipo de gente, en el fondo, está buscando que los rediman; argumento que se utiliza también para justificar alguna cosita antes, y que va en contra del mensaje que se recalca en toda la película y que termina por ser el único motivo de que la película exista; pero qué más dará eso, lo importante es “volar la cabeza” al espectador.

En definitiva, una película que, narrativamente, te mantiene en tensión todo el tiempo porque estás esperando a ver qué narices pasa, pero no pasa nada.

En lo técnico y actuaciones y demás se supone que está muy bien, pero yo de eso no sé, solo puedo decir que he disfrutado de algunas interpretaciones, y visualmente me ha parecido atractiva, me ha metido en el comedor con el resto.

Conclusiones

Lo que más me ha gustado: La propuesta.

Lo que menos me ha gustado: El desenlace.

¿La recomiendo?: Sí, para verla una vez, si no has leído esta reseña.

Datos de interés

Año de estreno: 2022

¿Dónde verla?: Star +

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