Frases de campeones de LoL: parte II

Pues allá vamos con la segunda entrega de frases de campeones del lol, completamente originales. Tal y como hicimos en la primera parte, os traemos otros cuatro personajes de League of Legends con frases nuevas, perfectamente adaptadas a su lore personal, para que nuestros campeones favoritos de lol nunca se queden sin cosas que decir. Veamos qué tienen que contarnos:

Aphelios

Mis palabras nacen en el pecho, pero no son tan volubles como para atravesar la garganta y convertirse en viento. Viven dentro de mí para siempre, pesadas como el deber, densas como una promesa. Soy el destello en la noche que anuncia la muerte, y me complace saber que, aunque pudiera hablar, nadie recordaría mi voz, salvo la luna que recibe mis plegarias, y Alune, que habita en mis ojos.

En la batalla, los susurros de mi hermana guían mis balas; fuera de ella, estamos solos, la oscuridad y yo.

Anivia

Soy el aliento helado del invierno, que endurece tanto aguas como hombres; el viento cuyos designios arrastra voluntades; la escarcha amontonada sobre el cadáver del débil… Mi vuelo desata devastadoras tormentas, mi canto provoca majestuosas avalanchas, mi gélida caricia rasga el abrazo del sol…

Soy Anivia, diosa del frío, el cielo es mi nido, y a vosotros, mortales, os pregunto… ¿Al verme, tembláis por el frío o por el pánico?

Cassiopea

El veneno invadió mi mente antes que mi cuerpo, y supongo que en estas tierras de destinos inciertos, la transformación completa era cuestión de tiempo.

Yo, que era tan bella, y podía conspirar con sonrisas, atraer a mis presas en un golpe de cadera, y traicionar con el beso de la Rosa Negra. Ahora ya nadie disfruta del tacto de mi piel, ningún hombre o mujer, por lujurioso que sea, ansía que me deslice sobre su cuerpo. Pero mi mirada… mi mirada sigue dejándolos de piedra.

Si me veis, no temáis; de nada le sirve el miedo a los muertos.

Draven

La lucha es un arte comprendido por muy pocos: el hipnótico danzar de mis hachas, las pinceladas de la sangre sobre la arena, la sinfonía de alaridos que componen el dolor de mis adversarios y la excitación del público… un arte que reúne en la muerte todas las pasiones de la vida. El espectáculo definitivo.

Sé que mi tierra está en conflicto, que nuestros ejércitos flaquean y mis habilidades podrían marcar una notable diferencia; lo siento, camaradas, yo soy el poeta de la muerte y en la guerra no hay aplausos.