La e – liada

Bueno, para aquellos a los que os gusten los e – sports, y más concretamente el League of Legends, os dejo por aquí un Fanfic que he escrito sobre la creación de KOI y la comunidad española de LoL.

Es una historia un poco absurda, un repaso humorístico por la comunidad, desarrollado en forma de fantasía medieval y con un estilo muy gamberro. Pero insisto, leedlo solo si seguís el LoL competitivo en español, y conocéis un poco al equipo de Ibai, KOI, y lo que le ha ido pasando en estos dos años de vida.

El relato os ocupará, más o menos, una horita de lectura, y lo tenéis íntegro y completamente gratis en Wattpad; podéis acceder directamente a él desde el siguiente enlace: Leer «La e – liada»

Por si queréis haceros una idea del estilo y el tono de la obra, os comparto algunos fragmentos sin spoilers:

El cine, la televisión y las novelas os han engañado. Muchos creéis que la vida de un grupo de aventureros es un conglomerado de continua acción y sexo, pero nada más lejos de la realidad. La mayor parte del tiempo consiste en caminar de un lado a otro, hablar de tonterías, pasar el día desplazándose con la esperanza de encontrar algo emocionante, y las noches sobre una lona de tela raída, entre los ronquidos de Ibai y los pedos de Knekro. Tal vez penséis que son estos momentos de interludio los que forjan amistades legendarias y cohesionan el grupo, pero tampoco. De hecho, desgasta bastante, y si no fuera por la emoción de la búsqueda, es muy posible que cada uno hubiera emprendido su propio camino, porque en el aburrimiento conoces la peor versión de las personas, y mis compañeros ya eran un poco gilipollas en su versión buena.


Justo delante de mí caminaba el más joven del grupo. Se hacía llamar MainYasuo, y era todo lo contrario al anterior: no paraba de hablar ni para coger aire. Insistía en que no nos preocupáramos, que cuando llegara el momento de la batalla él se encargaría de todo, pues su dominio de la espada era legendario y el viento siempre soplaba a su favor. Habría sido alentador contar con él, de no ser porque a cada bache del camino tropezaba con la maleza, y desde el suelo, sollozando, nos culpaba por no haberle avisado.


Pero el camino no fue una completa pérdida de tiempo; ocurre una cosa en el universo que lo hace interesante y peculiar, y es que vayas donde vayas, aparece un gilipollas. Y nosotros fuimos a muchos sitios. Sitios que nada tenían que ver con La Grieta, ni con competir, ni con alcanzar la gloria de destruir el nexo enemigo… Sitios donde conocimos a muchos gilipollas, pero también a gente interesante, gente que, de una u otra forma, nos hacía crecer.


No son precisamente los mejores fragmentos, pero son algunos que puedo compartir sin adelantaros nada de la historia y sin anticipar ninguna referencia. Espero que os guste.

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«Un minuto es tiempo suficiente para crear vida, y para destruirla; tiempo suficiente para amar y para odiar; lo único que no cabe en un minuto, son los años perdidos»

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