Nº3

Nací siendo ya un hombre,

parto sin dolor,

ni madre, ni cariño.

Por eso la apatía,

no conozco la ilusión

de ser pequeño.

Perdí todo el calor,

mi consciencia brotó

siendo ya otoño.

Y no había nada más,

apenas una flor

en un terruño.

A veces, el viento me habla,

y cuenta mi historia,

con la voz de un extraño.

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