¿Por qué autopublico?

Un tema recurrente entre compañeros o amigos que se interesan por estos trabajos es la pregunta de cómo vas a publicar y por qué. Los que estáis aquí ya sabéis que mi elección ha sido autopublicar a través de Amazon, así que hablemos de los motivos.

Yo también empecé, como todos, o casi todos, enviando mis manuscritos a editoriales. Nunca recibí una respuesta, y no me extraña; no me gustaría ser la persona encargada de leer aquellos manuscritos, hace ocho años, cuando tenía muchas ganas e ilusión, pero no tanto criterio. Seguramente nadie leyó ni un cachito del principio, y aunque me parezca mal, no puedo culparlos… ¿Cuántos manuscritos recibirán, no al año, o al mes, si no al día? Esto no les excusa de sus prácticas lamentables, de publicar cualquier cosa que firme un nombre capaz de vender libros e ignorar a gente con potencial (y no hablo de mí), y de haber construido un sistema en el que los escritores noveles sentimos que jamás podremos entrar, porque nunca nos van a leer.  Pero nosotros tenemos parte de culpa, yo al menos la tengo, porque también les saturamos con textos; y en mi caso, de los tres manuscritos que envié, solo había uno que estaba lo suficientemente trabajado como para ser publicable. Eso lo sé ahora, en el momento de enviarlos no, y estoy seguro de que a muchísima gente le ocurre lo mismo.

El caso es que tardé unos tres meses en comprender que ninguna editorial me iba a responder, y opté por la que consideraba mi segunda opción de publicar: los concursos. Ahí sí lo conseguí, y en el año 2016, gracias a un concurso organizado por la Junta de Castilla y León, me publicaron la novela corta “Saabrax”. Fue una experiencia horrible. La maquetación era una mierda, la portada parecía hecha por alguien que me odiaba, me dieron un tercio de los ejemplares que me prometieron y tampoco los enviaron a todas las bibliotecas que decían que lo iban a enviar. No tuve ninguna opción de participar en el proceso, mi primera noticia sobre el libro fue cuando llegó la caja a mi casa (sospecho que en alguna oficina de la Junta hay un par de cajas abandonadas llenas de ejemplares de ese libro), y la decepción cuando tuve el libro entre mis manos fue, para mí, definitiva. La vía de los concursos como forma de publicar también estaba agotada, y otro día hablaré de los concursos literarios, que aunque haya ganado un par de ellos, participado como jurado en otro par, e incluso organizado uno yo mismo… hay mucha tela que cortar, y mucho se puede hablar acerca de ellos.

Tras esas experiencias, decidí que no iba a publicar ningún libro, y punto. Tenía mi revista, ahí hacía lo que quería, como quería y con quien quería, no necesitaba más. Y así pasaron varios años, hasta que justo antes de la pandemia, y tras la insistencia de algún compañero, me animé a publicar “las tres vidas de nadie” con la única pretensión, y os soy completamente honesto, de olvidarme de ello y cerrar ese capítulo. El mundo se paró, y publiqué un año después, directamente con Amazon, sin consultar a ninguna editorial de ningún tipo. Los motivos son muy simples: publicar en Amazon es como publicar mi revista, “El silencio es miedo”. Es cierto que para esa primera novela contraté los servicios de corrección y maquetación de una empresa; pero eso me sirvió también para ver qué era exactamente lo que había que hacer, y poder hacerlo yo mismo en los siguientes. Por eso hubo siguientes, porque puedo hacerlo todo yo. Maqueto, corrijo (con ayuda de amigos), un amigo me hace la portada, otro las ilustraciones… y luego decido cuántas copias quiero (las que necesite, ni una más, ni una menos). Todo a mi gusto y todo bajo mi control, si me equivoco, me equivoco yo. Ese es el único motivo por el que autopublico a través de Amazon, repito, porque para mí es como una extensión del trabajo que ya hacía con la revista.

¿Y qué quiero deciros con esto? Pues que aquellos que tengáis intención de publicar, lo hagáis de la forma que os resulte más cómoda y satisfactoria. No tenéis que publicar como el autor de renombre al que admiráis, ni como vuestro colega el que tiene doce libros, ni como yo; publicad como más os apetezca, de la forma que mejor se adapte a vuestras aspiraciones y vuestros recursos. El único consejo que sí puedo daros, por experiencias de otros compañeros, es que no publiquéis con los ojos cerrados… informaos bien antes de tomar una decisión, que está internet lleno de gente quejándose porque les han estafado con la publicación de su libro.

¿Te ha gustado?

«Un minuto es tiempo suficiente para crear vida, y para destruirla; tiempo suficiente para amar y para odiar; lo único que no cabe en un minuto, son los años perdidos»

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *