Reseña: The Outpost (Serie TV)
Hoy toca reseñar una serie un poco extraña, y es que The Outpost es uno de esos productos que te hace preguntarte qué narices buscas cuando entras en una historia. Puedo deciros, antes de entrar en materia, que no es una buena serie, ni técnica ni narrativamente, tampoco tiene más que un par de actuaciones buenas… y sin embargo, ayer me terminé la primera temporada, y casi con toda seguridad, hoy empezaré la segunda. Porque esa es una de las cosas que voy a hacer distintas con esta serie, reseñar temporada a temporada. Vamos allá: Reseña de The Outpost, temporada 1.
Opinión
The Outpost (La fortaleza) es una serie que, objetivamente, está mal hecha: Los escenarios son ridículos, hasta el punto de pensar en medio de los combates que si se les escapa un espadazo, se va a salir el corcho de las paredes; los efectos especiales te sacan de la historia cada vez que aparecen, porque te pones a pensar cómo podrías mejorarlos tú mismo con un poco de Photoshop; las actuaciones, en muchos casos, son de teatro de instituto en donde compiten por ver quién es más molón; y la trama… hablemos de la trama.
La trama de The Outpost tiene mucho de fantasía, bastante de telenovela, y un poco de survival zombi. Profecías, elegidos, sociedades oprimidas, demonios, triángulos amorosos, padres e hijos enfrentados, dudosos parentescos familiares, y zombis. Curiosamente, la trama que mejor se resuelve es la de los zombis, lo cual es otra de las cosas que me fascina de esta serie. El resto es una mezcla de giros sin sentido, de idas y venidas, intercalando alguna condena a muerte y un par de combates. Y en medio de esto, mientras te muestran la vida en la fortaleza como ejemplo del mundo y la sociedad que te quieren enseñar, le añaden otro par de mundos distintos que realmente sí apetece conocer un poco más: el de los pielesgrises y el de los demonios. Pero para avanzar en eso, tendré que esperar a las siguientes temporadas… espero que no me decepcionen.
En cuanto a los personajes, la construcción es muy sencilla, todos los personajes son, simplemente, caprichosos. Hacen lo que les da la puta gana, sin ningún tipo de coherencia ni sentido, se hace lo que le venga bien a la trama y ya está, y si cinco minutos antes han dicho lo contrario… ¿a quién le importa? Excepto en el caso de Janzo, que siendo el personaje cómico, se come la serie por completo, siendo el más coherente de todos y al que más apetece conocer.
En lo que se refiere a las actuaciones hay que destacar a Anand Desai-Barochia, que debía de salir de cada rodaje con agujetas en la cara; y poco más, la verdad.
Pero la auténtica magia de esta serie, el motivo que me ha hecho verla y que me lleva a querer ver más, es que no es una serie pretenciosa. La serie no intenta engañarme, no se muestra como lo que no es, ni se toma en serio ni me toma por imbécil. En todo momento la serie es consciente de sus problemas, y por eso ha conseguido atraerme. Es una serie honesta. Y por eso la podréis disfrutar, porque no vais a ir esperando ver otra cosa, nadie os va a decir que es la mejor serie de la historia, ni os la van a vender como la octava maravilla. Está mal hecha, tú lo sabes y ellos también, coge algo para picar y disfruta.
Conclusiones
Lo que más me ha gustado: Janzo.
Lo que menos me ha gustado: El CGI.
¿La recomiendo?: Si no tienes nada mejor que hacer… (serie vista entera).
Datos de interés
Año de estreno: 2018
Temporadas: 4
Serie finalizada: Sí
¿Dónde verla?: Amazon Prime Video
Actualización: Acabo de terminar de ver la temporada dos, y como dije arriba, aquí os traigo mis impresiones de la temporada.
Los personajes nuevos siguen la misma dinámica que los viejos, es decir, todos sus valores y decisiones obedecen a un único dios: la trama. Si la trama pide que traiciones, traicionas; si pide que te enamores, te enamoras; si pide que no te des cuenta de algo no te das; si pide que sí, sí te das… y así con todo, independientemente de lo que el personaje haya hecho anteriormente. Es como si no tuvieran memoria. Ni personalidad.
La trama, a pesar de contar con personajes tan serviciales, se sigue perdiendo en triángulos amorosos y cambios de lealtades con los que ir alargando la historia y tratando de generar intriga e impacto; honestamente, al principio estas cosas me hacían gracia, pero me empieza a cansar. La segunda temporada empecé a verla porque quería, la tercera la voy a empezar por obligación, y como siga en la misma línea, dejaré la serie.
El punto positivo de esta temporada se lo lleva la construcción del mundo. Tal y como suponía, en esta temporada se ha explorado mucho más este apartado, y se ha dejado ver que la construcción del mundo no es fortuita, y que todo lo que se hizo en el planteamiento de la serie, tenía un sentido. Ahora bien, no es suficiente. Los pielesgrises ya no le importan a nadie, han desaparecido de la serie como sociedad, ahora solo son monstruitos; el reino de los tres lo he visto ya cientos de veces en otros productos de fantasía; lo único que me ha mantenido dentro de la serie es la historia de los sangre negra, y la resolución final del tema de los zombis. Y ambas se están agotando ya.
Veremos qué pasa con la tercera temporada.
Nueva actualización: Temporada 3, terminada.
Siguen apareciendo algunos personajes nuevos, y siguen siendo igual de maleables y caprichosos que los que ya conocíamos. Si no fuera por Janzo y Munt, ya habría dejado de verla.
Tal vez, llegados a este punto, lo que más me moleste sea cada vez que le rinden respeto a la reina diciendo que es sabia, cuando a lo largo de toda la serie no ha hecho más que tomar malas decisiones que provocaban problemas para alargar la trama. No sé si lo hacen ya de forma consciente, como una broma interna, o si no se dan cuenta de lo ridículos que suenan.
Los pielesgrises siguen sin aparecer, debieron de irse a otra serie.
Lo único bueno es que se sigue avanzando en el desarrollo de los «kinj», y ya se han convertido en el eje de toda la trama; lo malo, es que al convertirse en el eje de la trama, han empezado a surgir agujeros negros en su historia. El método de transmisión… en fin, al parecer, solo los personajes principales tienen la habilidad de apartar la mano cuando un desconocido se la agarra. Y no siempre.
Veré la cuarta y última temporada, más por curiosidad que por ganas, pero seguramente descanse una semanita para ver otra cosa entre medias. Solo espero que no busquen alguna forma absurda de resucitar a los personajes que murieron al final de la tercera, no pido más.
Última actualización: Serie terminada.
Bueno, una vez vista la serie completa, me quedan sensaciones agridulces. Por un lado, la historia principal, como concepto, está bien construida y tiene algunos elementos originales que podrían haber cristalizado en una gran serie; por el otro, todas las subtramas (excepto la de los zombis) y todos los detalles de la trama principal están mal hechos, llegando incluso a contradecirse. Lo explicaré más tarde.
Los personajes no remontan en ningún momento, siguen actuando y sintiendo a golpe de trama, su personalidad es, simplemente, lo que requiera la trama. De los pielesgrises nunca más se supo, debieron de aburrirse en la segunda temporada y se fueron de la serie, no les puedo culpar. Y un concepto que deberían explorar los desarrolladores de la serie es el de «soluciones narrativas a problemas técnicos». Si no tienes presupuesto para efectos especiales, no metas un personaje que lanza bolas de fuego y que da vergüenza ajena cada vez que lanza una bola de fuego. No tienes ninguna necesidad, puedes hacer cualquier otra cosa que no requiera bolas de fuego, ya que no tiene ningún impacto en la trama. Es hacer las cosas mal por hacerlas.
Dicho todo esto, la serie tiene cierto encanto. El encanto de las cosas hechas sin pretensiones.
Spoiler: Hay fallos enormes que acompañan a toda esta última temporada, y que se arrastran desde el inicio de la serie. El más cargante es el de la profecía, ya que con la manera en que se resuelve la historia, la profecía de Talon no tiene ningún sentido, y nunca se dice de dónde viene o por qué existe. Recordemos que las dos primeras temporadas GIRAN EN TORNO a la profecía, y después, resulta que no tiene ningún sentido en absoluto. Pero hay otro punto igual de cargante, ya que el único de los siete que es de los buenos, es el de los portales, y tiene sentido que así sea; el problema es la resolución de como matar a todos, ya que entre los otros seis no hay nadie con la capacidad de viajar… en cualquier momento podrían haberlos enviado a través de un portal a cualquier sitio, y no tendrían forma de volver… pero claro, eso lo puedes resolver en dos capítulos, y hay que llenar 13. Por último, todo el tema del ejército de los siete, no tiene ningún sentido, ni cómo los crean. ni de dónde vienen, ni cómo trasladan toda esa infraestructura entre mundos… un completo desastre. Pero lo mejor, sin duda alguna, lo mejor de todo es cuando al final, en la coronación de Talon, dice la frase de «Sé que no seré una reina tan sabía como Gwynn». Sigo sin saber si lo hacen a propósito, pero os prometo que me eché a reír a carcajadas.