Lore alternativo: Parte 3 – El End de Minecraft

Para terminar con el apartado básico de este nuevo Lore de Minecraft, ya solo nos falta darle una nueva identidad al End, que sea coherente con todo lo que hemos contado en los capítulos anteriores sobre el Overworld y el Nether.

Recordemos que, hasta el momento, la única mención al End que hemos hecho ha sido para situar a los enderman como los dueños de los portales abandonados (porque tienen 3 bloques de alto), y que hemos mostrado a los enderman en su llegada al Nether como seres más enfocados a la exploración que a la batalla, aunque tampoco rehúyen esta última si son atacados.

¿Qué nos encontramos en el End?

En el End no hay gran cosa, pero todo lo que hay es muy representativo. Para empezar, esta dimensión es un enorme vacío, interrumpido por pequeñas islas formadas por bloques del end, un bloque blanquecino y con una textura muy característica. En estas islas podemos encontrar unos extraños árboles cuyos frutos nos permiten teletransportarnos un breve espacio, y a veces, fortalezas protegidas por unos curiosos seres llamados Shulkers.

Por supuesto, también están los endermans. Y la dragona. De hecho la dragona es lo primero que nos encontraremos al llegar al end, rodeada de endermans, y no podremos acceder al resto de la dimensión hasta terminar con ella.

¿Qué sabemos sobre el Lore del End?

Sabemos muy poco. Casi el único elemento que el juego nos proporciona para construir una historia sobre el End es el logro que te dan al matar a la dragona, “Libera el End”, lo que nos sugiere que la dragona es un ser maligno que tiene atrapado al End y sus habitantes, los endermans, que además durante el combate no te atacaran si no los molestas, en ningún momento tratan de defender a la dragona. Con esto, tenemos suficiente para seguir narrando nuestra historia.

Historia alternativa del End de Minecraft

La historia del End es tan larga como simple. Sus inicios se remontan a los primeros ecos del vacío, cuando la vibración se transformo en materia, y la energía libre, en vida consciente que trataba de comprenderse a sí misma. Fue así como surgieron las islas del End, y sus primeros y casi únicos habitantes, los endermans… pero este nombre es el que nosotros les damos; ellos, a sí mismos, se conocen como los exploradores.

Desde sus inicios, y hasta el día de hoy, la única motivación de los endermans ha sido explorar otros mundos, tratando de comprender la creación. Los endermans son seres que viven sumidos en profundas reflexiones, y que solo exigen del resto de seres vivos una cosa: que no los distraigan. Es por esto que su historia bélica es muy reducida, ya que solo se enfrentan a aquellos que los atacan, o los interrumpen interponiéndose en su campo de visión, lo que los distrae de sus pensamientos, enfadándolos.

Durante milenios, los endermans se han dedicado a viajar por diferentes mundos, recogiendo todo aquello que les parecía interesante, y almacenándolo en intrincadas fortalezas repartidas por su mundo de origen; allí se ocultan tesoros de otros universos, como las élitros, o herramientas y armaduras con poderosos encantamientos, e incluso una especie protectora que también trajeron desde una dimensión que ya no existe. Parecía que nada podría alterar la misión de los endermans, hasta la aparición de Jane, la poderosa dragona.

Jane, al igual que el Wither y otros semidioses, fue desterrada de su mundo de origen hace milenios, pero esa historia la contaremos cuando toque. Lo que debemos saber ahora, es que la astuta Jane consiguió esconderse en un mundo devastado, y conocedora de todos los habitantes del universo, se dejó morir para volver en forma de huevo, y allí aguardó la llegada de los endermans, consciente de que, en algún momento, uno o varios de ellos llegarían hasta ese mundo. Cuando estos llegaron, no tardaron en encontrar el huevo y, llenos de curiosidad, llevarlo hasta su propia dimensión para ponerlo a buen recaudo en una fortaleza. Fue estando ya en el End, cuando el huevo eclosionó de nuevo y Jane utilizó todo su poder para cerrar las puertas del End, asegurándose de que nadie pudiera encontrarla allí. Por eso podemos encontrarnos endermans en el Overworld, en el Nether, y en infinidad de dimensiones más, vagando de un lado para otro, con sus preciados objetos entre las manos, incapaces de regresar al End para ponerlos a salvo. Y por eso es tan importante liberar el End, la integridad del universo al completo depende de ello… pero eso ya lo veremos, cuando toque.

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«Un minuto es tiempo suficiente para crear vida, y para destruirla; tiempo suficiente para amar y para odiar; lo único que no cabe en un minuto, son los años perdidos»

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