Lore alternativo de Minecrft: La relación entre el Overworld, el Nether y el End.

Anteriormente hemos creado un nuevo lore individual para el Overworld, el Nether y el End, pero esto no es suficiente, ya que el juego nos da muchas pistas de que estas tres dimensiones están relacionadas de alguna forma.

Con el objetivo de unificar los tres Lores y dejar establecidas las bases del univero en el que desarrollaremos las siguientes historias sobre personajes y otros elementos del juego, ha llegado el momento de descubrir la relación que existe entre estas tres dimensiones.

¿Qué relación establece el juego entre estas tres dimensiones?

La primera relación ya la hemos explicado cuando establecimos el lore del End, y es la presencia de un mismo tipo de ser en los tres lugares: los endermans. Pero hay otros puntos muy importantes, y ha llegado el momento de destacarlos.

El primero de estos puntos es una relación física, y es que las dimensiones del Nether y el Overworld están íntimamente relacionadas: un bloque de distancia en el Nether equivale a ocho bloques en el Overworld. Esto nos habla de que son dos dimensiones interconectadas y, por supuesto, ese hecho merece una explicación.

El segundo de estos puntos es el hecho de que el único portal conocido al End se encuentra en el Overworld, sumado a que los portales al Nether no funcionan desde el End, sino que también tienen que ser hechos en el Overworld, lo que sitúa al Overworld como un lugar muy especial, una encrucijada de caminos entre dimensiones.

¿Qué sabemos sobre el Lore de la relación entre estas dimensiones?

Como siempre, sabemos muy poquito, pero tendrá que ser suficiente para desarrollar una historia.

En primer lugar, sabemos que las camas del Overworld explotan tanto en el Nether como en el End, lo que nos indica algún tipo de relación con los sueños: en el Nether y el End, no se puede dormir… o más bien, el Overworld es el único lugar en donde está permitido dormir. Obviamente este será el hilo principal del que tiraremos.

También sabemos que para localizar el portal del End y abrirlo, necesitamos ojos de Enderman, que se hacen con perlas del End y fuego de Blaze… los Blazes los situamos como un tipo de tropa comandada por el Wither, y anteriormente ya dejamos entrever que existía una relación entre el Wither y la dragona del End… y era para justificar algo que será muy importante a partir de este punto, la relación entre las diferentes entidades únicas que habitan las dimensiones.

Y con esto, toca imaginar, unir todos los puntos y seguir desarrollando nuestro nuevo Lore de Minecraft.

Historia alternativa de la relación entre las diferentes dimensiones de Minecraft

Hace incontables milenios, antes de que la batalla del Adminium, posteriormente conocido como Bedrock, desembocara en el exilio de los semidioses, todas estas entidades únicas convivían en el mundo que hoy llamamos Overworld. Entre ellos se encontraban algunos que han sobrevivido hasta hoy, como el Wither y la Dragona; otros que permanecen ocultos, aunque su presencia se adivina en el mundo, como el Títere de las Ánimas, o la bruja Leisha…; y unos pocos que desaparecieron para siempre, pues su función era desprenderse de sí mismos para crear el universo.

De entre estos últimos, el que nos ocupa en la historia de hoy es Dekthar, el Guardian de lo Eterno. Dekthar era un coloso, de su breve paso por el Overworld nos quedan los lagos que se formaron con cada una de sus pisadas, las montañas formadas al desprenderse su piel, y la imagen en el subconsciente de un ser tan increíblemente grande, que su cabeza observaba el infinito por encima del cielo, completamente ajeno al mundo que prosperaba bajo sus hombros.

Al principio, Dekthar, estaba tan perdido y confundido como el resto de semidioses, arrojados sin un propósito claro sobre el Overworld, forzados a buscar su camino. Pasó siglos de pie, sin apenas moverse, observando la nada desde su imponente altura; hasta que un día, frustrado y aburrido, decidió cerrar sus ojos e imaginar que ante él se desprendían lugares llenos de cosas maravillosas, y a esto lo llamó soñar. Soñó con un lugar en donde la piedra y el fuego bailaban eternamente, y lo imaginó más pequeño que el Overworld, para que pudieran abrazarse; soñó que la nada se llenaba de planetas lejanos, y a todos les dio forma y nombre; soñó, incluso, con un lugar capaz de existir en el vacío, y lo llenó de piedras blancas, para que no se sintieran solas en medio de la oscuridad.

Dekhtar fue soñando y soñando, y con cada sueño se hacía un poco más pequeño. Por cada nuevo lugar que imaginaba en el universo, Dekhtar se desprendía de parte de su energía, e iba perdiendo tamaño como precio por crear nuevos y maravillosos lugares; hasta que llegó un punto en que Dekhtar era diminuto, casi invisible, y con su último sueño, imagino que llenaba el Overworld de puertas para visitar todos aquellos lugares que había creado.  

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«Un minuto es tiempo suficiente para crear vida, y para destruirla; tiempo suficiente para amar y para odiar; lo único que no cabe en un minuto, son los años perdidos»

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